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No es luchando contra ti mism@ como te sentirás mejor.

Actualizado: 19 abr

Gran parte de las personas que llegan a terapia por diversas problemáticas como puede ser dificultades en la relación de pareja o con los hij@s, problemas de ansiedad, depresión, soledad, violencia, y muchas otras suelen tener una característica común: rechazo, enojo, culpa y evaluaciones negativas hacia sí mism@s.


Y es que, por lo general, nuestros padres no nos hablaron sobre la importancia del amor propio, así que en vez de tratarnos con respeto y amabilidad nos volvimos nuestros peores verdugos y podemos llegar a ser demasiado autoexigentes, utilizando expresiones como “no sirvo para nada”, “soy un inútil”, “nadie me va a querer”, “nunca podré lograr lo que me proponga”, “soy un fracaso”, “soy una mala madre”, “no soy suficiente” y así podría seguir con una lista interminable. Además de estos juicios tan severos, puede haber conductas el rechazo o abandono hacia la propia persona: no atender la salud, autocastigarse, abandonar proyectos y metas, incluso autolesionarse físicamente.


En el proceso terapéutico vamos externalizando esas dificultades que agobian a las personas, incluyendo los discursos dominantes que los oprimen, cuestionando o deconstruyendo esas ideas que han mantenido como verdades absolutas, pero que en realidad ya no las definen más bien les están limitando; también intentamos que las personas puedan ir reconociendo sus propios recursos, fortalezas y habilidades que honran sus sueños, esperanzas o valores y les acercan a su historia de vida preferida.



Muchas personas en la consulta psicológica identifican que tienen problemas de autoestima pero no saben qué hacer o piensan que es muy difícil mejorar. En realidad, hay pasos sencillos que pueden servirnos a tod@s:


  • Conecta con tus emociones y date permiso de expresarlas, no las reprimas o las juzgues

  • Escucha y cuida tu cuerpo, trátalo con cariño y amabilidad, es el hogar donde vivirás toda la vida

  • Deja de buscar la aprobación de los demás y comienza a reconocer tus propias fortalezas y logros.

  • Aprende a decir NO, con respeto y honestidad. Identifica lo que quieres, lo que te gusta, lo que necesitas y si no estás convencida, dilo, no te calles.

  • Evita compararte con los demás, mejor enfoca tu energía en construir la vida que tu quieres para ti.

  • Recuerda que mereces vivir una buena vida porque eres dign@ de amar y ser amad@.


Recuerda que no es luchando contra ti mism@ como te sentirás mejor, abandonarte, condenarte o culparte por tu forma de ser o actuar en el pasado sólo puede llevarte a hundirte más y hacerte sentir peor, empieza a darte un buen trato, poco a poco puedes ir tomando conciencia de la forma en que te hablas, siendo más amable y paciente contigo.

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